Pasos

• Cortamos la sandía en cubos, eliminando la mayoría de las semillas. Si no os gustan, podéis quitarlas todas, pero hay que saber que las semillas de sandía son capaces de contrarrestar el índice glucémico, bastante azucarado. Contienen grasas poliinsaturadas, vitaminas, especialmente del grupo B y C, y son ricas en minerales como hierro, zinc y magnesio
  Colocamos los cubos en un recipiente grande cubierto con film transparente en el congelador, removiendo de vez en cuando durante al menos 4 horas o hasta que estén completamente congelados.
  Para hacerlo aún más delicioso, he congelado un plátano cortado en trozos por separado.
  Mezclado:
  Retiramos los cubos de sandía congelados del congelador y los ponemos en una batidora o usamos un minipimer potente.
  Agregamos el azúcar, yo prefiero una cucharada de miel y si queremos también el jugo de limón.
  

  

• Mezclamos con Minipimer:

  Utilizamos el minipimer para mezclar la sandía hasta obtener una consistencia fina y homogénea.
  Asegurémonos de trabajar rápidamente para evitar que la sandía se derrita demasiado.
  

  

• Servicio:

  Vertemos el granizado en vasos o recipientes.
  Decoramos con hojas de menta fresca y servimos inmediatamente.
  Podemos también poner el granizado en el congelador por unos minutos si deseamos una consistencia aún más helada antes de servir.