Si buscas una idea apetecible, ligera y sabrosa para cocinar el calabacín de una manera diferente a la habitual, ¡estás en el lugar correcto! Las albóndigas de calabacín y ricotta son una auténtica delicia veraniega: suaves, aromáticas, perfectas como plato principal, finger food o incluso aperitivo. Puedes cocinarlas en la freidora de aire, al horno o en sartén, dependiendo del tiempo que tengas o de las ganas de encender el horno. Una receta que gusta a todos, incluso a los niños, y que se prepara con pocos ingredientes genuinos. ¡Excelentes calientes pero también frías!
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- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 25 albóndigas pequeñas
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 4 calabacines
- 1 cebolla dorada (pequeña)
- 2 huevos
- 100 g Grana Padano rallado
- 140 g pan rallado
- 550 g ricotta
- c.s. sal (aproximadamente una cucharadita)
- c.s. pimienta
- c.s. nuez moscada
- c.s. aceite de oliva virgen extra
Herramientas
- Sartén
Preparación de las albóndigas de ricotta y calabacín
Comienza lavando bien los calabacines, sécalos y córtalos en cubos.
En una sartén, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla picada y cuécela hasta que se vuelva translúcida y suave.
Agrega los calabacines y cocina durante unos 5-7 minutos, hasta que estén tiernos. Retira la sartén del fuego y deja enfriar un poco.
En un bol grande, bate los huevos. Añade el queso Grana rallado, la ricotta y el pan rallado. Mezcla todo bien.
Agrega los calabacines cocidos y ligeramente enfriados y mezcla bien todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea.
Ajusta de sal, añade pimienta y nuez moscada al gusto.
Forma pequeñas albóndigas usando las manos. Puedes hacer albóndigas grandes o pequeñas, según tus preferencias.
En una sartén antiadherente, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio. Cocina las albóndigas hasta que estén doradas y crujientes por ambos lados, unos 4 minutos por lado.
Escúrrelas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Sirve las albóndigas de calabacín y ricotta calientes como aperitivo, guarnición o como prefieras. Puedes acompañarlas con una salsa de tomate o una salsa de yogur, si lo deseas.
¡Buen provecho!
Conservación de las albóndigas de ricotta y calabacín
Puedes conservar las albóndigas de calabacín y ricotta en la nevera, guardadas en un recipiente hermético, durante 2 días.
También se pueden congelar crudas: basta con cocinarlas directamente congeladas.
Puedes conservar las albóndigas de calabacín y ricotta en la nevera, guardadas en un recipiente hermético, durante 2 días.
También se pueden congelar crudas: basta con cocinarlas directamente congeladas.
Consejos útiles
• Si quieres un sabor más intenso, puedes sustituir el Grana Padano por Pecorino.
• Para una versión sin gluten, usa pan rallado sin gluten.
• Añade cubitos de scamorza o provola para un corazón fundido.
• ¡Pruébalas también con menta fresca para un toque fresco y veraniego!
FAQ (Preguntas y Respuestas)
¿Se pueden cocinar de otra manera?
Sí, se pueden cocinar en horno ventilado precalentado a 180° C durante unos 20 minutos.
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