El otoño es la temporada de la calabaza, reina indiscutible de las recetas dulces y saladas que llevan a la mesa calidez y aroma de hogar. Con su color naranja vivo, estos panecillos de calabaza son esponjosos, suaves y perfectos para acompañar cualquier momento del día: desde el desayuno hasta la merienda, pasando por un buffet otoñal o una cena en familia. Son una receta fácil y genuina, ideal para llevar a la mesa todo el sabor y la sencillez de esta temporada. Prepararlos es realmente sencillo y te regalarán un pan diferente al habitual, con una costra ligera y un corazón muy suave que conquista al primer bocado. Si estás buscando una idea original y deliciosa para hacer en otoño con la calabaza, ¡estos panecillos son justo lo que necesitas!
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- Dificultad: Media
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 2 Horas 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 7 panecillos
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño
Ingredientes para preparar los panecillos de calabaza
- 200 g harina 00
- 400 g harina Manitoba
- 300 g calabaza limpia (hervida)
- 250 ml leche (tibia)
- 50 ml aceite de oliva virgen extra
- 30 g azúcar moreno
- 11 g levadura fresca
- 10 g sal fina
- 2 g cúrcuma (opcional)
- c.s. leche (para pincelar los panecillos)
- 7 guindillas (o 7 palitos salados)
Utensilios
- Amasadora
- Cuerda de cocina
Pasos
En un recipiente apto para microondas, coloca la calabaza limpia y cortada en cubos. Cocina durante 8 minutos. Una vez lista la calabaza, aplástala con un tenedor y déjala enfriar.
Luego, añade la harina previamente tamizada en un bol grande, agrega la levadura fresca y el azúcar. Mezcla y añade la leche tibia, la calabaza, el aceite de oliva, la sal y un toque de cúrcuma para dar más color (¡puedes prescindir de ella!).
Amasa hasta que la masa se vuelva suave, elástica y no se pegue a los dedos; si es necesario, añade dos cucharadas más de harina 00.
Luego, transfiere la masa a un bol, haz un corte en cruz en su superficie, cubre con film transparente y deja reposar en un lugar cálido durante unas 2 horas, hasta que duplique su volumen.
Después del leudado, lleva la masa a una superficie de trabajo enharinada, moldeándola en una forma alargada. Corta en piezas de aproximadamente 160 gramos cada una. Dale una forma redonda y ata cada pieza con una cuerda (mejor si está engrasada), haciendo al menos 4 vueltas y cerrando con un nudo.
Coloca los panecillos en una bandeja forrada con papel de horno y déjalos leudar en el horno apagado con la luz encendida durante unos 30 minutos.
Cuando los panecillos hayan terminado su segunda leudación, pincélalos con leche y hornéalos a 180 °C en modo estático durante unos 30 minutos, o hasta que estén dorados.
Cuando estén tibios, quita cuidadosamente la cuerda. ¡Estos panecillos de calabaza son versátiles y se adaptan perfectamente tanto a un relleno salado como dulce!
¡No queda más que probarlos! ¡Están demasiado buenísimos!
¡Buen provecho!
Conservación
Una vez enfriados, conserva los panecillos de calabaza en una bolsa de pan, se mantendrán frescos durante 2/3 días.
