¿Te apetece una focaccia casera, suave y como la de la panadería? ¡Esta receta es perfecta para ti! Solo necesitas unos pocos ingredientes simples – harina, levadura, agua, aceite – y un poco de paciencia para la fermentación, y obtendrás una focaccia para chuparse los dedos.
Perfecta para servir en lugar del pan, para cortar en trozos para un buffet, para rellenar como una merienda salada o llevar de excursión. La masa está hidratada en su punto justo para obtener una corteza dorada por fuera y una miga suave y aireada por dentro.
¡Verás: te conquistará al primer bocado!
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- Dificultad: Fácil
- Tiempo de reposo: 1 Hora 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 8/10
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
¡Aquí tienes todo lo que necesitas para preparar una focaccia perfecta!
- 650 g harina 00
- 9 g levadura seca de cerveza
- 10 g azúcar moreno (o blanco)
- 330 ml agua (ligeramente tibia)
- 13 g sal
- 30 ml aceite de oliva virgen extra
- 60 ml aceite de oliva virgen extra (30 ml por bandeja)
- 200 ml agua (100 ml por bandeja)
- 10 g sal (5 g por bandeja)
Usa mis herramientas
- Amasadora
- Tabla de amasar
Pasos
¡Sígueme paso a paso en la preparación y verás que hacer la focaccia en casa es más fácil de lo que imaginas!
Vierte en un bol o en una amasadora la harina, el azúcar moreno, la levadura y el agua.
Luego, añade la sal y el aceite de oliva virgen extra.
Continúa trabajando la masa hasta que quede lisa y homogénea.
Divide la masa en dos piezas de 500 g, aplánalas ligeramente, cúbrelas con film transparente y deja reposar durante 30 minutos a temperatura ambiente.
Extiende las bolas de masa en dos bandejas de horno previamente engrasadas con aceite de oliva virgen extra, colócalas en la bandeja hasta cubrir el 70-80% de la superficie, luego cubre de nuevo con un paño y deja reposar otros 20-30 minutos.
En este punto, presiona bien con los dedos hacia el borde de la bandeja hasta cubrir toda la superficie, creando un pequeño borde (es importante que se mantenga pegado para evitar que el agua de la salmuera pase por debajo), y cubre durante otros 30 minutos.
Descubre la focaccia, espolvorea ligeramente la superficie con harina y comienza a hacer marcas con las yemas de los dedos.
Una vez hechas las marcas, vierte en el centro de la focaccia 30 g de aceite de oliva virgen extra. Luego, vierte sobre el aceite unos 80 g de la salmuera previamente preparada y mezcla ligeramente con la mano para cubrir todos los agujeros.
Ahora precalienta el horno a 220 grados y hornea la focaccia durante unos 12-15 minutos, hasta que la superficie quede dorada.
Una focaccia crujiente y sabrosa, perfecta para disfrutar sola o acompañada de jamón, queso u otros ingredientes a tu gusto.
¡Buen provecho!
Consejos
Perfecta para acompañar tus excursiones, la puedes preparar el día anterior y para mantenerla crujiente, una vez que se haya enfriado solo tendrás que cubrirla con papel de aluminio.