Una variante sabrosa: la focaccia rápida y suave con levadura instantánea, enriquecida con panceta, queso provola y patatas cocidas. Esta receta es perfecta para quienes desean un plato único, sabroso y satisfactorio, ideal para un almuerzo informal, una cena con amigos o como aperitivo delicioso.
Utilizando la levadura instantánea, podrás obtener una focaccia suave y fragante en menos tiempo que con los métodos tradicionales. La panceta añade una nota sabrosa, mientras que el queso provola, con su consistencia suave y su sabor delicado, se combina perfectamente con las patatas cocidas, creando un contraste irresistible de texturas y sabores.
Esta focaccia no solo es deliciosa, sino también sencilla de preparar.
En pocos minutos y con pocos ingredientes y pasos, podrás llevar a la mesa un plato que conquistará a todos.
Además, la posibilidad de añadir otros embutidos a elección, como jamón serrano, speck o salchichón, permite personalizar la focaccia según tus gustos y los de tus invitados.
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- Dificultad: Muy fácil
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 4 Piezas
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 330 g harina 00
- 100 ml agua
- 100 ml leche
- 9 g levadura instantánea para preparaciones saladas
- 8 g sal
- 1 cucharadita aceite de oliva virgen extra
- 300 g queso provola
- 2 patatas (cocidas)
- 100 g panceta (en lonchas)
- c.s. orégano
- c.s. aceite de oliva virgen extra
Utensilios
- Bandeja
Pasos
Para preparar una deliciosa focaccia rápida y suave con levadura instantánea, panceta, queso provola y patatas cocidas (u otros embutidos), sigue estos sencillos pasos.
Vierte la harina en un bol junto con la levadura instantánea para preparaciones saladas. Añade gradualmente el agua a temperatura ambiente, la leche, la sal, el aceite y mezcla bien hasta obtener una masa homogénea.
Transfiere la masa a la superficie de trabajo y amásala enérgicamente hasta obtener una masa lisa y elástica. Extiende la masa con un rodillo y luego colócala en una bandeja (37×26) previamente untada con aceite de oliva virgen extra.
Distribuye sobre la masa el queso provola en lonchas, la panceta y la patata cocida cortada en trozos y sazonada con sal. Añade el orégano, el romero y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Hornea la focaccia en horno estático precalentado a 200°C y cocina durante 20-25 minutos, hasta que esté dorada y crujiente en los bordes. Una vez lista, saca la focaccia del horno y déjala enfriar ligeramente sobre una rejilla. Córtala en trozos y sírvela tibia o a temperatura ambiente. ¡Buen provecho!
Consejos
Para conservar la focaccia suave y mantenerla en su mejor estado, guárdala en el frigorífico. Envuélvela bien en film transparente o colócala en un recipiente hermético. Cuando desees disfrutarla, caliéntala en el horno o freidora de aire a 180°C durante unos 5-10 minutos para devolverle la crujientez a la corteza.
Evita usar el microondas, ya que podría volverla gomosa.
Siguiendo estos consejos, podrás mantener la focaccia fresca y sabrosa incluso después de algunos días de su preparación.