Pasos

• Coloca las harinas tamizadas en forma de volcán sobre una tabla de amasado, rompe los huevos en el centro del volcán.

  Con un tenedor, comienza a batir los huevos incorporando gradualmente la harina desde los bordes.

  (Si tienes una batidora planetaria, usa el gancho, coloca las harinas tamizadas en el bol, rompe los huevos en un plato, añade una pizca de sal, bátelos con un tenedor y agrégalos a las harinas poco a poco, accionando a baja velocidad).

  Cuando la masa comience a tomar consistencia, usa las manos para amasar.

  Amasa la masa durante al menos 10-15 minutos hasta que se vuelva suave y elástica.

  Si la masa está demasiado pegajosa, añade un poco de harina.

  Si está demasiado seca, añade un poco de agua (una cucharada a la vez y máx 20/50 ml).

  Forma una bola con la masa, envuélvela en papel film y déjala reposar durante al menos 30 minutos a temperatura ambiente. Esto permite que el gluten se relaje, facilitando el estirado de la pasta.

  Divide la masa en cuatro partes.

  Enharina ligeramente la superficie de trabajo y estira cada porción con un rodillo o con una máquina para pasta, hasta obtener una lámina delgada de aproximadamente 1-2 mm.

  Enrolla la lámina sobre sí misma sin presionarla.

  Con un cuchillo afilado, corta tiras de aproximadamente 6-7 mm de ancho, o ayúdate con una máquina para pasta, usando el accesorio adecuado.

  Coloca las tagliatelle sobre una tabla de amasado enharinada o sobre una rejilla, dejándolas secar ligeramente.

  

• Lleva a ebullición una olla con agua salada y cuece tus tagliatelle durante unos 3 minutos!

  ¡Yo las he condimentado con un delicioso ragú! ¡Buen provecho!