Pasos

• 1. En un bol, vierte el agua tibia y disuelve la levadura fresca.
  2. Añade el azúcar y la harina, mezclando hasta obtener una masa pegajosa pero uniforme.
  3. Cubre con film transparente y deja reposar durante aproximadamente 1 hora en un lugar cálido y seco.

• 1. Mientras tanto, tuesta las almendras en un horno precalentado a 180°C durante 3-4 minutos.
  2. Déjalas enfriar y pica gruesamente.

• 1. En un bol grande, vierte la masa ya elevada.
  2. Añade la manteca de cerdo a temperatura ambiente, la sal, la pimienta negra molida al gusto (abundante para un sabor fuerte), la miel y el agua tibia.
  3. Agrega también las almendras tostadas y picadas.
  4. Mezcla rápidamente con las manos o con el robot de cocina: la masa no debe trabajarse mucho, pero es fundamental que todos los ingredientes se integren bien y que la manteca de cerdo esté bien incorporada.

• 1. Cuando la masa esté homogénea, forma una bola y corta piezas de 70 g cada una.
  2. Cada pieza se divide en dos tiras de unos 35 g y 20 cm de largo.
  3. Entrelaza las dos tiras uniéndolas en los extremos para formar los taralli.
  4. Colócalos en una bandeja forrada con papel de horno.

• 1. Toma las almendras enteras para la decoración, humedécelas ligeramente con agua (así no se desprenderán durante la cocción).
  2. Inserta las almendras dentro del entrelazado de cada tarallo.

  

• 1. Cubre los taralli con un paño y déjalos reposar en un lugar cálido durante 2-3 horas.
  2. Leudarán poco, pero esta fase es esencial para su textura crujiente.

  

• 1. Precalienta el horno a 180°C en modo estático.
  2. Hornea los taralli durante 40-45 minutos.
  3. En los últimos 10 minutos, cúbrelos con una hoja de aluminio para evitar que se oscuren demasiado.
  4. Una vez cocidos, sácalos del horno y déjalos templar un poco antes de disfrutarlos.