La tarta de polenta con setas y salchicha es un plato único y rústico, perfecto para los días más fríos. Esta receta te permitirá llevar a la mesa una combinación de sabores envolventes y genuinos, donde la polenta se mezcla con el sabor sabroso de la salchicha y las setas. ¡Descubre cómo prepararla!
Si te gustan los sabores rústicos, echa un vistazo a estas recetas:

- Dificultad: Muy fácil
- Tiempo de preparación: 40 Minutos
- Porciones: 6 Personas
- Métodos de Cocción: Hornillo, Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Otoño, Invierno
Ingredientes
- 380 g polenta instantánea
- 1.5 l agua
- 2 cucharaditas sal
- 600 g setas congeladas
- 1 diente ajo
- a gusto aceite de oliva virgen extra
- 300 g salchicha
- a gusto sal
Herramientas
- Molde
Pasos
Comienza llevando a ebullición el agua en una olla grande. Añade una pizca de sal y vierte lentamente la harina de polenta instantánea, removiendo continuamente para evitar la formación de grumos. Sigue removiendo hasta obtener una polenta densa y cremosa.
Una vez lista, viértela en un molde para tarta engrasado con un poco de aceite y nivélala con el dorso de una cuchara. Cocina la base en el horno precalentado a 180°C durante unos 25-30 minutos, o hasta que esté bien compacta y ligeramente dorada.
En una sartén antiadherente, dora un diente de ajo en un poco de aceite de oliva virgen extra. Añade las setas congeladas y déjalas cocinar hasta que el agua que suelten se haya evaporado por completo. Ajusta la sal al gusto y, para un toque aromático, puedes añadir una pizca de perejil fresco.
Mientras tanto, en otra sartén, añade un chorrito de aceite e incorpora la salchicha sin la tripa.
Continúa cocinando hasta que la salchicha esté bien dorada.Distribuye uniformemente el relleno de setas y salchicha sobre la base de polenta ligeramente templada y tu tarta de polenta con setas y salchicha está lista para ser servida!
Conservación y consejos
Para conservar mejor tu tarta de polenta con setas y salchicha, déjala enfriar completamente a temperatura ambiente. Una vez fría, puedes guardarla en un recipiente hermético y conservarla en el frigorífico durante unos 2-3 días. Cuando desees disfrutarla de nuevo, te recomiendo calentarla en el horno a 160°C durante 10-15 minutos.
Consejos:
Para una variante aún más sabrosa, puedes añadir al relleno un puñado de queso rallado o cubitos de provola ahumada: se derretirán ligeramente, haciendo el relleno aún más cremoso y rico.