La tarta mimosa es un clásico de la pastelería italiana, símbolo del Día de la Mujer y perfecta para ocasiones especiales. Su nombre proviene del aspecto esponjoso y delicado que recuerda a las flores de mimosa, gracias a la cobertura de bizcocho desmenuzado. Esta tarta, deliciosa y escenográfica, está compuesta por capas de bizcocho suave, rellenas con una aterciopelada crema diplomática a base de crema pastelera y nata montada.
Perfecta como postre para el 8 de marzo, la tarta mimosa es una receta que conquista con su ligereza y su sabor refinado. Prepararla en casa es más sencillo de lo que se piensa: con pocos pasos y algunos trucos, podrás obtener una tarta esponjosa y bien equilibrada, como en la pastelería.
Descubre cómo realizar la tarta mimosa casera, con todos los consejos para obtener un dulce perfecto, desde el bizcocho hasta la crema. Si quieres una versión aún más particular, también puedes probar la tarta mimosa con piña o la variante sin gluten.
Echa un vistazo también a estas tartas:

- Dificultad: Media
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 10/12
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Día de la Mujer
Ingredientes
- 5 huevos
- 200 g harina 00
- 200 g azúcar
- 3 cucharaditas agua caliente
- 1 pizca sal
- Medio cucharadita extracto de vainilla
- 2 huevos
- 100 g azúcar granulada
- 50 g almidón de maíz
- 500 g leche entera
- 1 cucharadita extracto de vainilla (o vainillina)
- la cáscara de un limón
- 200 ml nata fresca para montar
- 25 g azúcar glas
- 250 g agua
- 120 g azúcar
- 30 g ron (o marsala)
- Manga pastelera
Pasos
Consejo: Comienza la preparación de tu tarta mimosa empezando por la crema pastelera, ya que necesitará al menos tres horas de refrigeración antes de poder ser utilizada.
En una cacerola, vierte la leche, el extracto de vainilla (o la vainillina) y la cáscara de un limón. Pon la cacerola a fuego medio y lleva la leche a casi hervir.
En un bol, bate los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla clara y espumosa. Añade el almidón tamizado y mezcla hasta que esté completamente incorporado.
Vierte lentamente la leche caliente en la mezcla, removiendo continuamente con un batidor para evitar la formación de grumos. Vierte todo en una olla limpia, continúa removiendo a fuego medio hasta que la crema se espese y empiece a formar burbujas en la superficie, tardará unos 5 minutos.
Cuando la crema haya alcanzado la consistencia adecuada, retira la cacerola del fuego y transfiérela a un bol de vidrio frío (que habrás puesto en el congelador poco antes de empezar la preparación de la crema). Remueve unos instantes para bajar la temperatura de la crema, cubre con film transparente en contacto con la superficie de la crema para evitar la formación de una costra en la superficie.
Deja enfriar la crema pastelera a temperatura ambiente, luego transfiérela al frigorífico durante al menos 3 horas antes de utilizarla.
Precalienta el horno a 180°C y engrasa y enharina un molde para tartas de 24 cm de diámetro. Yo suelo preparar un solo bizcocho, pero si prefieres una tarta más alta, (compuesta de más de dos capas), te recomiendo preparar dos.
En un bol grande, bate los huevos enteros con el azúcar y las 3 cucharaditas de agua caliente (este truco ayudará a que los huevos monten mejor) utilizando batidoras eléctricas o una batidora planetaria. La mezcla deberá quedar muy espumosa y triplicar su volumen.
Añade la pizca de sal y el extracto de vainilla.
Tamiza la harina sobre la superficie de la mezcla y mezcla delicadamente con una espátula, teniendo cuidado de no desmontar la mezcla.
Vierte la masa en el molde y nivela la superficie con una espátula. Hornea durante unos 35/40 minutos o hasta que la superficie esté dorada y el bizcocho bien cocido.
Sácalo del horno y deja que se enfríe completamente antes de desmoldarlo.
Una vez enfriado, divide el bizcocho en 4 capas, de las dos centrales elimina el borde con un cuchillo y desmenúzalas en pequeños cubitos para poder realizar la cobertura de tu tarta mimosa.
Por último, monta durante 4/5 minutos la nata fresca en un bol frío de congelador (esto ayudará a que la nata monte aún mejor).
Prepara la crema chantillí. Tras tres horas, toma la crema pastelera fría del frigorífico, después del reposo estará consistente, no te preocupes, remueve con un batidor para hacerla fluida. Añade la nata montada y sigue mezclando para incorporarla bien a la crema.
Vierte en un cazo el agua, el azúcar y el licor.
Lleva el cazo al fuego y continuando removiendo calienta el jarabe hasta que el azúcar se haya disuelto. Apaga y deja templar.
Coloca en un plato la primera capa de bizcocho, humedece la superficie con el almíbar preparado previamente. Cubre abundantemente con la crema chantillí.
Toma la última capa de bizcocho restante, dale la vuelta, humedece la superficie, gírala y colócala sobre la crema.
Cubre toda la tarta con la crema chantillí restante, y esparce por toda la superficie los cubitos de bizcocho preparados previamente.
Coloca en el frigorífico a reposar durante al menos dos horas.
Consejos
Como decoración final, yo he dibujado una mimosa. He utilizado nata montada simple. Para colorearla, la dividí en dos boles, en uno puse colorante alimentario amarillo y en el otro el verde.
Para una decoración más sencilla, espolvorea simple azúcar glas sobre la superficie.
FAQ (Preguntas y Respuestas)
Podría interesarte: