Hoy receta para un aperitivo: flores de calabacín rellenos y gratinados.
Un aperitivo que también puede ser un segundo plato realizado con las flores comestibles más apreciadas por todos, las flores de calabacín o flores de calabacita. Esta mañana la vecina me ha regalado unas pocas, fresquísimas, recién recogidas del huerto y entonces he decidido hacerlas rellenas con lo que tenía en casa y ha salido una recetita nada mal. Esta vez no las he hecho rellenas de carne ni tampoco rellenas de pescado sino que las he rellenado con ricotta y calabacín y luego gratinadas al horno con un empanado para chuparse los dedos.
Los que sobraron terminaron en aceite hirviendo después de pasarlos por tempura porque los clásicos nunca mueren y un poco de frito de vez en cuando sienta bien.
Ligeros, sabrosos, deliciosos y atractivos estos flores de calabacín rellenos los podéis preparar como aperitivo durante una cena entre amigos antes de servir un excelente primer plato.
Las flores de calabacín son depurativas y ricas en agua, también contienen muchas vitaminas, sales minerales y sustancias antioxidantes útiles para contribuir a nuestra buena salud.
Ahora veamos juntos, paso a paso, cómo realizar esta receta.
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- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 10 flores de calabacín
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Primavera, Verano
Ingredientes para 10 flores de calabacín rellenos
- 10 flores de calabacín
- 100 g calabacín (aproximadamente 1 mediano)
- 125 g ricotta (escurrida)
- 15 g queso parmesano rallado
- 10 g pecorino (rallado)
- 1 cucharadita perejil picado
- 1 pizca sal
- 1 molienda pimienta
- 2 cucharadas pan rallado
- 2 cucharadas copos de maíz (triturados)
- 1 cucharada queso parmesano rallado
- 2 cucharadas aceite de oliva
- 1 pizca sal
- 1 pizca perejil picado
Herramientas
- 1 Cuenco
- 1 Manga pastelera
- 1 Fuente para horno
- 1 Rallador
Preparemos juntos las flores de calabacín rellenos gratinados
Lavamos y secamos el calabacín, luego lo rallamos con un rallador de agujeros grandes y lo ponemos en un cuenco con una pizca de sal. Dejamos reposar durante unos diez minutos. Tomamos los calabacines rallados, los ponemos dentro de un paño limpio y los exprimimos para eliminar todo el líquido de vegetación.
Mientras los calabacines están en el cuenco con la sal limpiamos las flores de calabacín. Las pasamos rápidamente bajo un chorro de agua para quitar la posible tierra y después quitamos el pistilo interno simplemente insertando el dedo en la flor y tirándolo.
En un cuenco ponemos la ricotta escurrida, los quesos rallados, el perejil finamente picado, la sal, una molienda de pimienta y los calabacines escurridos, mezclamos con una espátula y luego insertamos el compuesto obtenido en una manga pastelera con boquilla larga.
Tomamos una flor a la vez y la rellenamos de ricotta con la manga pastelera tratando de no desbordar el relleno. Colocamos de vez en cuando las flores ya rellenas en un plato o una superficie de trabajo y continuamos hasta terminar los ingredientes.
En un cuenco ponemos los ingredientes que necesitamos para gratinar las flores de calabacín: el pan rallado, los copos de maíz triturados (los podéis pasar rápidamente por un mixer o aplastarlos con un rodillo), el perejil, el parmesano, una pizca de sal y el aceite. Mezclamos para amalgamar los ingredientes.
Colocamos las flores de calabacín en una fuente apta para horno, ponemos un hilo de aceite de oliva y colocamos las flores de calabacín rellenas, luego las espolvoreamos con el empanado que hemos preparado.
Horneamos en horno ya precalentado a una temperatura de 180 grados durante 15 minutos en la parte media alta del horno, luego ponemos la función grill durante 5 minutos y sacamos. Dejamos templar y los disfrutamos. Mientras tanto, toma una foto de tus flores de calabacín y publícala en las redes sociales etiquetándome (una riccia que pasticcia instagram y facebook) y cuéntame qué menú has combinado con tu aperitivo.
Una Riccia aconseja
Las flores de calabacín son muy delicadas y, después de ser compradas o recogidas, deben ponerse con el tallo en agua igual que un ramo de flores y consumirse en el día o como máximo al día siguiente.
