Hoy receta para un segundo plato: focaccia de garbanzos y calabacines.
Una costra crujiente y un sabor único son las características principales de la focaccia de garbanzos y calabacines, si además le añadimos una preparación fácil fácil y una buena copa de vino blanco fresco, resulta un segundo plato con legumbres muy muy bueno.
Normalmente, cuando comemos legumbres, siempre termino preparando albondigas o hamburguesas, pero esta vez pensé en hacer una focaccia usando garbanzos y calabacines frescos del huerto unidos a otros pocos ingredientes y luego ponerlos en una bandeja para formar una capa delgada que, una vez cocida en el horno, tendrá una bonita costra dorada.
Yo la serví con una falsa mayonesa de acquafaba pero va muy bien también con una salsa de aguacate o una agridulce de pasiflora y como acompañamiento unos deliciosos pimientos agridulces o calabacines marinados.
Buenísima como segundo plato para una cena entre semana, también es muy práctica para llevar en una excursión o a la playa, o incluso para poner en el tupper y comerla en el trabajo durante la pausa del almuerzo. Creo que a tus amigos les encantaría comer un trocito durante un aperitivo quizás junto con un fresco cóctel de frutas.
Veamos ahora juntos, paso a paso, cómo realizar esta receta.
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- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para la focaccia de garbanzos
- 500 g garbanzos en lata
- 200 g calabacín
- 2 huevos
- 30 g queso parmesano rallado
- c.n. sal
- c.n. pimienta
- c.n. aceite de oliva
Herramientas
- 1 Rallador
- 1 Balanza
- 1 Bol
- 1 Mezclador
- 1 Espátula
- 1 Bandeja
Preparemos juntos la focaccia
Lavamos los calabacines, cortamos los extremos y los rallamos con un rallador de agujeros grandes. Los ponemos en un bol y añadimos una pizca de sal, mezclamos, cubrimos con un paño y dejamos reposar unos 30 minutos.
Mientras tanto, ponemos los garbanzos cocidos y bien escurridos (recuerda no tirar el líquido de conservación*) en el vaso del mezclador y batimos sin añadir nada hasta obtener una crema. De vez en cuando será necesario apagar el mezclador, abrir y hacer bajar los garbanzos que se adhieren y no se baten.
Recuperamos los calabacines y los ponemos en un paño limpio, luego los exprimimos entre las manos para sacar la mayor cantidad de líquido posible y luego los ponemos en un bol.
Añadimos al bol los garbanzos batidos y luego los huevos, el parmesano, la sal y un poco de pimienta recién molida, luego mezclamos bien hasta obtener una masa homogénea.
Forramos una bandeja de unos 38×45 cm con papel de horno, ponemos un chorrito de aceite y vertemos la mezcla de garbanzos y calabacines. Lo extendemos con una espátula hasta cubrir toda la superficie y crear una capa delgada. Ponemos encima otro chorrito de aceite de oliva.
Horneamos en horno precalentado a una temperatura de 180 grados durante 20/25 minutos, luego ponemos la función grill y dejamos cocinar por otros 5 minutos. Sacamos del horno y dejamos enfriar ligeramente.
Una Riccia recomienda
La focaccia de garbanzos y calabacines se conserva bien en la nevera por un par de días en un recipiente hermético.
FAQ (Preguntas Frecuentes)
¿Qué puedo hacer con el líquido de conservación de los garbanzos?
*El líquido de conservación de los garbanzos se llama aquafaba y se utiliza como sustituto del huevo en diversas preparaciones. Con este líquido se pueden realizar muchas recetas tanto dulces como saladas.