Hoy receta para una masa de focaccia: hogaza de calabaza.
Esta receta nació rápidamente para no desperdiciar un poco de puré de calabaza que sobró al preparar unos deliciosos ñoquis de calabaza. Quien ya me sigue sabe que estoy a favor de no desperdiciar y siempre trato de recuperar lo máximo posible, especialmente en la cocina mi lema es cero desperdicio, sé feliz. Había horneado calabaza para otras preparaciones y al sobrarme un poquito, la utilicé para crear una focaccia semi crujiente y súper deliciosa. Yo utilicé una calabaza delica con pulpa compacta y ligeramente dulce que, según mi opinión, queda genial con el romero. La hogaza de calabaza es estupenda para comer así y perfecta para acompañar embutidos y quesos curados.
Así que si preparáis pasta con calabaza o una sopa de cereales y os sobra calabaza, recordad que también podéis preparar esta maravillosa focaccia.
Veamos juntos, paso a paso, cómo realizar esta receta.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 6 Horas
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 1 bandeja redonda de 22
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno
Ingredientes
A continuación encontrarás los enlaces de los ingredientes utilizados
- 100 g harina 0
- 50 g agua
- 10 g aceite de oliva
- 50 g calabaza (puré (100 g calabaza cruda))
- 3 g sal fina
- 2 g levadura de cerveza deshidratada
- 1 ramita romero
- c.s. aceite de semillas (para untar)
Herramientas
A continuación encontrarás los enlaces de algunas herramientas utilizadas para realizar la receta
- 1 Báscula
- 1 Amasadora
- 1 Bandeja
- 1 Batidora de mano
- 1 Cuchillo
- 1 Tabla de cortar
¡Empezamos!
Tomamos la calabaza y la lavamos, la cortamos a la mitad y la despojamos de los filamentos internos, luego la envolvemos en papel de aluminio y la colocamos en una bandeja. Horneamos a 200 grados durante 35 minutos; cuando esté cocida, separamos la pulpa de la piel con la ayuda de una cuchara y la trituramos con una batidora de mano.
En el bol de la amasadora ponemos el agua, la levadura y la mitad de la harina y amasamos durante un par de minutos. Si el gancho no llegara a tocar el fondo del bol, apagad y ayudáos con una espátula. Dejamos fermentar durante un cuarto de hora así.
Pasado el tiempo de fermentación de la premezcla, añadimos el resto de la harina, la sal, el puré de calabaza obtenido previamente y comenzamos a amasar a velocidad media alta; mientras la masa gira, vertemos el aceite de oliva en hilo y dejamos amasar durante tres o cuatro minutos. Apagamos y golpeamos enérgicamente la masa con las manos dentro del bol. Pasamos la masa a un bol ligeramente engrasado y cubrimos con film transparente. Dejamos fermentar hasta que doble su tamaño, aproximadamente 4 horas.
Ahora que la masa ha fermentado, la vertemos en una bandeja engrasada y la extendemos presionando con las yemas de los dedos; antes de hacer esta operación, engrasamos un poco nuestras manos porque la masa está bien hidratada. Dejamos fermentar en la bandeja cubierta con film transparente durante un par de horas.
Horneamos en horno ya caliente a una temperatura de 250 grados durante aproximadamente 12 minutos y hasta que esté dorada también por debajo. Antes de hornear, vertemos un hilo de aceite de oliva, presionamos con las yemas de los dedos en la masa y añadimos algunas hojas de romero.
Antes de terminarla, saca una foto de tu hogaza de calabaza, publícala en redes sociales etiquetándome (una riccia che pasticcia) y cuéntame con qué la acompañaste.
Una Riccia aconseja
Yo utilicé una calabaza delica, pero para esta preparación también es perfecta una calabaza butternut, un poco menos dulce.