Hoy receta para un primer plato muy rápido: pasta ajo, aceite y pimiento crusco.
Es verdad que, a veces, las cosas más sencillas son también las más ricas. Este primer plato me salva muchas veces el almuerzo de último minuto porque requiere solo el tiempo de cocción de la pasta. El ajo y aceite es un plato de la cocina humilde, en casa lo preparamos siempre cuando hay aceite nuevo recién prensado, pero también es el clásico que se preparaba en las cenas de medianoche cuando celebrabas en casa de amigos. Normalmente se agrega guindilla picante, pero esta vez lo he preparado con el fantástico pimiento crusco.
El pimiento crusco es un producto típico de la región Basilicata. Se trata del procesamiento de un pimiento de color rojo intenso y sabor dulce, con pulpa delgada y bajo contenido de agua, el pimiento de Senise, que, gracias a estas características, es particularmente adecuado para la deshidratación. Una vez recolectados, los pimientos se insertan del pedúnculo uno tras otro, con aguja e hilo, a mano, en las «serte», como si fueran collares, y se cuelgan para su secado. En la cocina se pueden encontrar, además de al natural, también, como cada vez más se aprecian, en forma de Pimientos Cruscos (es decir, fritos por unos pocos segundos en aceite EVO, dejados enfriar por unos minutos, y finalmente salados y listos para ser degustados). Se llaman cruscos porque son crujientes.
Podrías servir este primer plato seguido por un jugoso segundo de carne como por ejemplo el lomo de cerdo a la cerveza y, para concluir… un dulcecito que siempre viene bien, incluso unas simples galletitas para acompañar el café
Veamos juntos, paso a paso, cómo realizar esta receta.
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- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 5 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para la pasta ajo aceite y pimiento crusco
- 400 g pasta (larga (yo linguine))
- 2 dientes ajo
- 5 pimientos cruscos
- 80 ml aceite de oliva
- c.s. sal
Herramientas
- 1 Balanza
- 1 Sartén
- 1 Olla
- 1 Tapa
¡Empezamos!
Primero, tenemos que poner a hervir el agua para cocer la pasta, mientras tanto pelamos los dientes de ajo y preparamos los pimientos. Usamos 5 pimientos cruscos, partimos tres por la mitad y los otros dos los rompemos con las manos o con un cuchillo. En una sartén antiadherente de bordes altos vertemos el aceite de oliva y ponemos los dientes de ajo.
Salamos el agua y echamos la pasta. Empezamos a calentar el aceite con el ajo, dejamos que se sofrían por un minuto y luego añadimos los pimientos cruscos, dejamos tres o cuatro segundos. Agregamos un cucharón de agua de cocción protegiéndonos con una tapa para cerrar rápidamente la sartén, dejamos cocinar 20 segundos y apagamos.
Cuando falten 4 o 5 minutos de cocción a la pasta, la escurrimos en la sartén, encendemos de nuevo el fuego y añadimos un par de cucharones de agua de cocción, mezclamos bien y, si es necesario, añadimos líquido hasta completar la cocción.
Una Riccia aconseja
Mantén los pimientos muy poco tiempo friéndose, de lo contrario sabrán a quemado al estar ya fritos. Además, te aconsejo utilizar una pasta larga trafilada al bronce que retiene bien el condimento.