Hoy receta para un primer plato: pasta cremosa con calabaza y crescenza.

En este período en mi casa nunca falta una buena calabaza, mi favorita es la delica. Dulce en su punto justo y delicada, perfecta para realizar muchísimas recetas tanto dulces como saladas, además de la calabaza delica no se tira nada, su cáscara cocida es comestible y las semillas se pueden tostar para hacer unos simpáticos snacks para picar.

Hoy he combinado mi calabaza con una excelente crescenza, un queso blando de muy corta maduración y de sabor ligeramente ácido que combina perfectamente con la calabaza. Juntos han dado vida al condimento para unas excelentes linguine trafiladas al bronce. No hace falta decir que gustaron tanto a adultos como a niños.

Durante el tiempo de ebullición del agua y cocción de la pasta haremos una cremina para chuparse los dedos, en poco tiempo así lograremos llevar a la mesa un primer plato sabroso y delicioso.

Veamos juntos, paso a paso, cómo realizar esta receta.

Dificultad: Muy fácil
Costo: Muy económico
Tiempo de preparación: 12 Minutos
Porciones: 4
Métodos de Cocción: Cocina
Cocina: Italiana
Estacionalidad: Otoño, Invierno

Ingredientes para las linguine con calabaza y crescenza

A continuación encontrarás los enlaces de los ingredientes utilizados

400 g pasta (yo linguine trafiladas al bronce)
1/2 cebolla
60 g aceite de oliva
400 g calabaza delica (limpia)
250 g crescenza
c.s. sal fina
c.s. pimienta

Herramientas

A continuación encontrarás los enlaces de algunas herramientas utilizadas para realizar la receta

1 Balanza
1 Tabla de cortar
1 Cuchillo
1 Wok

¡Empezamos!

Cortamos la calabaza por la mitad y la despojamos de los filamentos internos y las semillas (recordemos no tirarlas porque podemos tostarlas) después sacamos rodajas de aproximadamente dos o tres centímetros a las cuales quitaremos la cáscara y cortamos en dados pequeños.
Mientras tanto ponemos a hervir el agua para cocer la pasta, la mía tarda 11 minutos en cocer.
En una sartén de bordes altos o wok ponemos el aceite y la cebolla cortada finamente y dejamos sofreír ligeramente, después añadimos la calabaza cortada en dados pequeños, salamos y pimientamos ligeramente y dejamos cocinar hasta que se ablande. Si es necesario añadimos un cucharón de agua de cocción de la pasta.
Cuando la calabaza esté cocida, aplastamos una parte de la calabaza con un tenedor (si se desea, se puede triturar con una batidora de inmersión) después añadimos la crescenza con el fuego apagado y mezclamos añadiendo un poco de agua de la pasta para obtener la crema. Escurrimos la pasta muy al dente en la sartén con el condimento y dejamos cocinar un par de minutos más añadiendo un poco de agua si queda poco cremosa.
Mezclamos bien sin dejar que espese demasiado y nuestra pasta cremosa con calabaza y crescenza está lista para ser disfrutada bien caliente. Antes de terminarla, toma una foto y publícala en las redes sociales etiquetándome (una riccia que pasticcia) y hazme saber qué formato de pasta has elegido.
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