¡Hoy receta para un segundo plato: pollo al horno tierno y jugoso!

Los domingos, mamá suele preparar pollo al horno y, aunque parece algo muy sencillo de preparar, a mí nunca me sale tan rico como el de ella. Seguramente también depende del hecho de que ella tiene la suerte de vivir en el campo y tener acceso a pollos criados por amigas, yo en la ciudad encuentro los del carnicero que, os aseguro, tienen un sabor completamente diferente, pero con esta receta debo deciros que me he acercado mucho al pollo del domingo de mamá.

Con algunos pequeños trucos durante la cocción, logré llevar a la mesa un segundo plato de carne realmente tierno y jugoso. Las carnes se desprenden de los huesos con solo tocarlas, una verdadera delicia.

Podéis preparar el pollo al horno para un almuerzo con amigos, siguiéndolo con un sabroso plato de ñoquis sin patatas y, para concluir, un fantástico tiramisú al café. Vuestros comensales estarán encantados.

Ahora veamos juntos, paso a paso, cómo realizar esta receta.

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Dificultad: Fácil
Costo: Económico
Tiempo de preparación: 5 Minutos
Porciones: 4
Métodos de Cocción: Horno
Cocina: Italiana
Estacionalidad: Todas las estaciones

Ingredientes

1.2 kg pollo (entero)
1/2 cebolla
2 ramitas romero (pequeñas)
1 manojo perejil (pequeño)
20 g aceite de oliva
c.s. sal fina

Herramientas

A continuación, encontrarás los enlaces de algunas herramientas utilizadas para realizar la receta

1 Tabla de cortar
1 Cuchillo
1 Bowl
1 Pincel
1 Bandeja de horno

¡Empezamos!

Tomamos nuestro pollo entero y verificamos que no haya quedado ninguna pluma o algo más, también revisamos su interior. Salamos el pollo por dentro y por fuera, luego pelamos la cebolla e introducimos la mitad dentro del pollo junto con una ramita de romero. Colocamos el pollo en una bandeja de horno con papel de hornear.
Horneamos a 220 grados y comenzamos a cocinar nuestro pollo.
Mientras el pollo se cocina, nos ocupamos del aderezo para pincelar, así que tomamos un pequeño manojo de perejil lavado y secado, luego recogemos las agujas de una pequeña ramita de romero también lavada y secada, las colocamos sobre una tabla de cortar y las picamos finamente con un cuchillo, después las ponemos en un bol con el aceite de oliva.
Pasada media hora de cocción del pollo, sacamos la bandeja del horno con cuidado para no quemarnos y giramos el pollo sobre sí mismo, luego lo pincelamos con un poco de aceite de perejil y romero. Volvemos a meter al horno y continuamos con la cocción. Después de media hora repetimos el paso, sacamos el pollo, giramos y pincelamos con el aceite.
Cuando falten unos diez minutos para el final de la cocción, subimos la temperatura de nuestro horno a 250 grados y dejamos que la piel de nuestro pollo se vuelva crujiente.
Servimos caliente y con una guarnición de patatas o ensalada o lo que más os guste, pero antes toma una foto, súbela a las redes sociales etiquetándome (una riccia che pasticcia instagram y facebook) y cuéntame qué guarnición elegiste para tu pollo al horno tierno y jugoso.