La historia del Perú está indudablemente ligada a los Incas.

En el siglo XIII comienza la historia de los Incas y del Reino de Cuzco, fue luego Francisco Pizarro quien capturó en 1535 a Atahualpa poniendo fin al imperio Inca y trasladando la capital a Lima.

La independencia de Perú es uno de los muchos capítulos de las guerras de emancipación hispano-americana, que comenzó en 1808 y terminó en 1829, y que vio a la monarquía española enfrentarse con los nacientes estados latinoamericanos que reclamaban la independencia.

Tras la independencia de Perú siguió la independencia del resto de América Latina; esto ocurre entre 1811 y 1903.

La historia reciente de Perú (1980-2000) estuvo marcada principalmente por el enfrentamiento entre el Estado peruano y dos grupos armados de izquierda, el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru y el Sendero Luminoso, que pretendían subvertir el sistema político peruano e instaurar el socialismo a través de la lucha armada.

A diferencia de otros países andinos y sudamericanos en general, Perú se distingue por la abundancia y grandiosidad de los sitios arqueológicos.

Basta mencionar el nombre de Machu Picchu para hacer su gloria, pero hay muchos otros, como las misteriosas líneas de Nazca, Sipán y Chan Chan que nos revelan el grado de sofisticación alcanzado por las civilizaciones preincaicas.

A diferencia de otros países cercanos al ecuador, Perú no tiene un clima tropical en todas sus regiones.

Las altas montañas andinas determinan una gran diversidad climática entre las diferentes regiones.

En general se puede decir que el mejor periodo para un viaje a Perú es de mayo a octubre, coincidiendo con la temporada seca.

La cocina peruana es una de las más diversas del mundo, en ella se encuentran al menos 5.000 años de historia preincaica, incaica, colonial y republicana.

No solo en el país crece una gran variedad de frutas y verduras, sino que esta está disponible todo el año.

En la última década del siglo XX, la cocina peruana comenzó a hacerse popular fuera de Perú.

La gastronomía peruana es constantemente premiada a nivel internacional y sus chefs obtienen a menudo medallas y prestigio internacional.

Hoy en día, el ceviche, el pollo a la brasa y los platos de chifa son los representantes más populares de la cocina peruana.

Pero después de probar el espetinho de coração de frango en Brasil no podía sino elegir un homólogo peruano: Anticuchos, brochetas hechas con corazones de vaca, ensartados en pinchos preferiblemente de bambú, marinados “a la peruana” en una salsa de cebolla, ajo, orégano, pimienta, comino, ají Panca (crema de ají peruano) y vinagre de vino, brochetas que luego se cocinan a la parrilla o en una sartén.

Los Anticuchos se consumen mucho en los países de América del Sur, especialmente en Perú y en Bolivia.

Un plato tradicional que data de la época colonial conectado con la procesión del Señor de los Milagros ceremonia que se prolonga durante todo el mes de octubre.

El nombre “anticucho” podría derivar de la palabra quechua «Anccu» y aymara «janchi» cuyo significado es tendón, músculo; la palabra Quechua «cucho o kucho» en cambio, hace referencia a la acción de cortar.

Originalmente los Incas utilizaban carne de llama o alpaca, pero con la llegada de los españoles a Perú se añadió el corazón de res ensartado en palillos de bambú.

Los españoles descartaban las vísceras que luego eran destinadas a los esclavos quienes trataban los alimentos disponibles con una mezcla de especias y aromas antes de cocinarlos a la parrilla.

Fue así como “crearon” las brochetas peruanas.

A diferencia de nuestras brochetas, la carne no se corta en cubos, sino en rebanadas que se ensartan en el palillo y quedan planas para favorecer la cocción.

El acompañamiento que generalmente acompaña estas brochetas está compuesto por papas cocidas a la plancha o hervidas (o papas a la huancaína), pero a menudo también es posible encontrar mazorcas de maíz enteras o cortadas en rebanadas.


En la foto, los probados en el restaurante peruano «Brisas Peruanas» en corso Maurizio Quadrio 4r en Génova, con el cual tuve el placer de colaborar.

Acompañados de papas a la huancaína, es decir, papas hervidas y servidas con una salsa a base de ají amarillo.