Elegir una sola receta entre las muchas excelentes de Grecia es una tarea, la mía ha recaído en una a base de berenjenas, un alimento particularmente característico de la cocina griega.

Se trata de una solanácea con fruto comestible, originaria de Asia y difundida en Europa a través de Grecia durante el período de la invasión árabe del Alto Medioevo.

Así, después del masala de berenjenas indio y el moutabel jordano, os propongo otra salsa con las berenjenas: la melitzanosalata.

Pertenece a la categoría de los meze, término con el que se refieren, en la cocina helénica, a una serie de entrantes – en su mayoría cremosos – con los que tradicionalmente se inician almuerzos y cenas.

Preparad la melitzanosalata con antelación y guardadla en el frigorífico durante al menos un par de horas: se volverá aún más sabrosa y podréis servirla fría.