CRUJIENTE FRÍA con MERMELADA, tarta sin horno muy simple y rápida, perfecta después de la comida o para el domingo, fresca y agradable.

Esta mañana, mientras planificaba el menú dominical, me encontré con la despensa llena de galletas secas pero sin ganas de encender el horno. Así que pensé: ¿por qué no preparar una tarta fría crujiente con mermelada sin horno? Un postre perfecto también para el desayuno, la merienda o el postre con amigos.

Es una de esas recetas que parecen complicadas pero en realidad son un juego de niños: basta con triturar las galletas, mezclar con un poco de aceite o queso untable y luego distribuir a mano en los moldes. Encima, una generosa capa de mermelada (de frutas rojas, albaricoque o lo que más te guste), y al frigorífico por unas horas.

¿El resultado? Una tarta sin horno, con base crujiente desmenuzada y mermelada cremosa, para cortar con las manos. Si quieres hacerla aún más deliciosa, añade un toque de coco rallado, trocitos de chocolate o fruta fresca en trozos. Un postre sin horno que gusta a todos, simple y súper vistoso también en porciones individuales en moldes de silicona.

Perfecta como postre para el domingo, pero también para un brunch o un tentempié de último momento. Fácil, ligera y convincente en cualquier ocasión.

Sígueme en la cocina hoy hay crujiente fría con mermelada.