Los cuculli genoveses, fritos muy sabrosos de la cocina ligur, son realmente una delicia.
Una masa leudada y aromatizada con cebollino, pero al paladar no resulta una simple masa leudada, no sé cómo explicarlo, pero solo hay que probarlos y verás qué delicia!
El resultado será una masa densa, que necesitará su tiempo de leudado.
Son muy fáciles de preparar, el único inconveniente es que corres el riesgo de comer demasiados!!!
Pueden servirse en lugar del pan, tal vez junto a embutidos, o como te propongo yo, es decir, como aperitivo o simplemente para picar entre comidas, ¡ya que también están buenos fríos!
Los he preparado en diferentes ocasiones, incluso entre los fritos servidos en la Nochevieja.
¿Qué te parece si los hacemos juntos?
Entonces sigue mi receta con fotos paso a paso y dime qué te parece en los comentarios!!!
Kcal 440 aproximadamente por persona
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 2 Horas
- Porciones: 55 piezas aproximadamente
- Métodos de Cocción: Fritura
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para preparar los Cuculli genoveses
- 500 g harina de manitoba
- 1 yema
- 2 vasos de agua (aprox. 300 g)
- 180 ml leche entera
- cebollino o cebolla
- 1 cucharadita abundante de sal
- 10 g levadura fresca
- aceite de cacahuete para freír
Preparación de los Cuculli genoveses
Para amasar los ingredientes podemos usar tanto el robot de cocina como la batidora para dulces, yo he utilizado la batidora para dulces.
Añadir la levadura fresca, la leche tibia, 1 cucharadita de azúcar, 200 g de harina de manitoba, amasar bien todo y dejar reposar tapado durante 1 hora dejando la masa directamente en el bol de la batidora.
Pasado el tiempo, añadir la harina restante, el agua y mezclar bien para que resulte una masa, finalmente añadir el cebollino o la cebolla picada, la sal, la yema, amasar bien todo, transferimos la mezcla a un bol ligeramente más grande y dejamos reposar por un par de horas.
La masa debe resultar densa para tomar con una cuchara.
Preparar una cazuela con bordes altos, poner abundante aceite para freír, cuando esté caliente verter la masa a cucharadas teniendo cuidado de mojar primero la cuchara en el aceite y luego tomar la masa para que no se adhiera.
Apenas estén hinchados y dorados, escurrirlos y dejarlos secar un par de minutos sobre papel absorbente y luego espolvorearlos con sal.
Servir calientes, pero son buenos también fríos.

