Galletas rústicas de avellana. ¡Y seguimos haciendo! Estas galletas son excelentes tanto para mojar como para disfrutar como un simple snack. Una galleta rústica y buena, como me gustan a mí, como las de antes, sin muchas locuras. Las avellanas son nuestras, no son muy bonitas, pero seguro que buenas, por lo cual cada uso se enriquece de sabor. En el cajón de las recetas encontré esta y así os la propongo. Y como siempre escribo, trato de regalaros recetas de las que puedo aseguraros un resultado excelente. Me quedo en mi nicho con tradición y pasión rural. Tengo la suerte de poder tener excelentes materias primas, muchas de ellas como sabéis las producimos en familia, incluidos algunos quesos, la harina molida fresca y con granos cultivados en la zona. No vivo en la ciudad, trato de abastecerme de alimentos en el territorio, excepto por algunos artículos que me veo obligada a comprar en la gran distribución. Tampoco me gusta correr en el super, prefiero pasar el tiempo de otras maneras, compro algunas cosas online. Un ahorro de tiempo, combustible, coche, contaminación. Puedo dedicar mis horas fuera del trabajo a la familia y a mis pasiones.

Os escribo a continuación esta galleta crujiente y sabrosa, preparada con los huevos de mis gallinas, y las avellanas del campo.