Receta cuculli liguri
Una receta facilísima que es apta incluso para las personas que sufren de celiaquía.
Los descubrí por casualidad hace unos años en una excursión con mis hijos y, después de haberlos probado en una granja del Finalese, al volver a casa quise, naturalmente, replicar la receta para ver si había acertado los ingredientes… Trabajé hoy, trabajé mañana y encontré el equilibrio justo… No conocía su nombre por lo que no pude buscar la receta en internet; iba a prueba y error… Hasta que un día hablando con una amiga, me dio a conocer los «cuculli» que su abuela preparaba cada fin de semana para acompañar los aperitivos con varias salsas.
No quería perder la oportunidad de pedir la receta original y compararla con la mía
¡Hurra, casi lo había logrado, me faltaban unas horas de fermentación! La mía era más rápida
¡La suya más eficaz y bien estructurada!
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 6 Horas
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 8
- Métodos de Cocción: Fritura
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
¡Harina de garbanzos… Agua!
- 400 g harina de garbanzos
- 240 g agua
- 1 cucharada hierbas aromáticas (Romero, tomillo; hojas picadas)
- 1 cubito levadura de cerveza comprimida
- c.s. aceite de girasol
Herramientas
Cuenco para mezclar, cazo para freír
Pasos
Dicho y hecho… ¡Son muy rápidos de preparar y cocinar!
Preparad la harina de garbanzos en un cuenco
Verted el agua con la levadura disuelta y mezclad bien; ahora añadid la sal y las hierbas aromáticas picadas, que no se ven en la foto porque olvidé hacerla
La mezcla debe quedar lisa como en la foto. Ahora cubrid y dejad fermentar en la nevera durante al menos seis horas. Yo preparo la masa por la mañana antes de salir y frío para la cena
Calentad bien el aceite y empezad a freír
Después de los primeros cuculli, quise cambiar de forma, en realidad tenía prisa por un imprevisto, así que hice espirales… ¡Que me gustan mucho!
Llevad a la mesa y servid con anchoas al verde y queso fresco.
El único inconveniente es que hay que comerlas enseguida, de lo contrario al día siguiente se vuelven gomosas. Buenísimas con una fondue de robiola, o una crema fresca de queso, anchoas y bagnetto…

