Es tiempo de lavanda y no podía faltar su uso en la cocina, siempre he amado esta flor, y en cuanto pude la incorporé a mi jardín.
En Provenza aprendí varias cosas sobre la lavanda, incluyendo las deliciosas galletas y la mezcla aromática que preparan para sazonar las carnes
No todos aprecian el uso de una planta tan aromática en la cocina, pero con la dosis correcta disfrutaréis de una delicada y deliciosa pasta acompañada de un buen té
Quizás soy un poco obsesiva, pero cada alimento que consigo autoproducir me da muchas satisfacciones; en este caso: masa, mermelada y lavanda son fruto de mi trabajo.
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 30 galletas
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Primavera, Verano
Ingredientes
Masa montada, cerezas y lavanda…
- 380 g harina
- 250 g mantequilla (A temperatura ambiente)
- 130 azúcar glas
- 2 huevos
- 1 yema
- 2 flores de lavanda (2 espigas frescas, o secas; absolutamente sin tratamientos)
- 1 cucharada azúcar
- 100 azúcar glas (Para el glaseado)
- c.s. colorantes alimentarios (Azul, rojo)
- 150 g mermelada de cerezas
Herramientas
Planetaria, jeringa o manga pastelera, horno…
Pasos
Entre aroma y dulzura empezamos…
Montad la mantequilla y el azúcar glas (130 gramos) hasta que la mezcla se vuelva espumosa; mientras tanto, en el molinillo de café, pulverizad las flores de lavanda con el azúcar normal
Añadid los huevos uno a uno, asegurando que se incorporen bien antes del siguiente; añadid el azúcar a la lavanda
Después de terminar con los huevos, incorporad la harina poco a poco.
En este punto, transferid la mezcla cremosa a la jeringa o manga pastelera…
Y distribuidla sobre la bandeja del horno
Hornead por unos diez minutos a 190 grados, no deben quedar crujientes. Sacadlas del horno y dejad enfriar; son muy frágiles y podríais estropear vuestro trabajo
Dadles la vuelta y rellenad con la mermelada de cerezas, a mi gusto personal creo que es la combinación que mejor se adapta
Juntad las galletas.
Preparad ahora el glaseado para la cubierta, en un bol mezclad el azúcar glas con poquísima agua, proceded en pequeñas dosis; cuando aprendí a hacer el glaseado, antes de conseguirlo me tomó un tiempo, siempre echaba demasiada agua o color, por lo tanto, hay que proceder con calma para obtener la intensidad adecuada.
Glasead vuestras galletas, primero con el tono base y luego decorad con otro tono
Yo hice unas simples rayitas, también los puntitos son encantadores
¡Pastas listas! Solo os queda disfrutar de toda su fragancia y delicadeza.
Se conservan por unos días, la humedad de la mermelada creará un contraste con la cáscara crujiente del glaseado.

