Preparación

• La abuela preparaba la pasta al huevo casera, en formato tagliolini o cuadritos.

  Puedes preparar la pasta fresca casera o elegir una pasta para sopas o sopitas.
  Para el procedimiento detallado paso a paso puedes leer la receta completa haciendo clic en el siguiente enlace: Pasta integral casera sin huevo.

• En un bol, une:
  – la carne picada;
  – el pan rallado o el pan rallado integral, un medidor de 15 g o 1 cucharada colmada;
  – el queso rallado, un medidor de 15 g o 1 cucharada colmada;
  – ajo en polvo [opcional];
  – una pizca de sal;
  – una pizca de pimienta;
  – perejil picado si lo prefieres;
  y mezcla bien los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea.

  

• Con las manos forma bolitas, compactándolas girándolas entre las palmas y colócalas en un plato o bandeja.
  Para obtener albóndigas iguales puedes utilizar un medidor de 2,5 g.

  Si no tienes prisa, guarda en el frigorífico para que se endurezcan durante al menos media hora.

• Limpia y lava bien las verduras:
  – cebolla o chalota;
  – un tallo de apio con hojas;
  – tallos de perejil.

  Puedes añadir las verduras enteras, ralladas o trituradas según gusto y necesidad.

  En una cacerola, vierte 400 ml de agua o más y añade:
  – cebolla o chalota;
  – apio;
  – tallos de perejil;
  – un caldo vegetal [opcional];
  y una pizca de sal.

  Cubre con una tapa preferiblemente de vidrio, lleva a ebullición y deja cocinar a fuego medio bajo durante 10 minutos.

  Alternativamente, puedes preparar el caldo simplemente disolviendo una pastilla de caldo vegetal en agua hirviendo y salada.

• Lleva el caldo vegetal nuevamente a ebullición.

  Vierte delicadamente las bolitas de carne en el caldo vegetal, deben cocinarse unos 10 minutos.
  Al tratarse de una preparación a base de carne picada, las albóndigas siempre deben estar bien cocidas y no crudas para evitar el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos de microorganismos patógenos.

  En otra olla, cocina la pasta y escúrrela.
  En caso de platos principales caldosos, para evitar picos glucémicos, es conveniente cocinar la pasta por separado para luego enjuagarla y añadirla al condimento caldoso preparado aparte; de esta manera se elimina el almidón liberado por la pasta en el agua de cocción.

  Vierte la pasta en la cacerola con el caldo y las albóndigas de carne y mezcla delicadamente.

  Emplata.
  Muele un poco de pimienta y rocía con un hilo de aceite de oliva virgen extra.
  Si lo prefieres, completa con una pizca de caciocavallo ragusano rallado.

  Tu pasta en caldo con albóndigas de carne o paddunedda está lista.

  ¡Buen provecho!

  

• En casa de mi bisabuela y mi abuela ‘a “pasta que paddunedda” era el plato del domingo y de las fiestas.
  Mi prima y yo esperábamos con alegría este momento: la abuela nos daba un pedacito de su masa para “jugar” a hacer pasta y nos confiaba la tarea más hermosa: ¡formar los paddunedda!

  Pasando de Modica a Ragusa
  Otra tradición familiar era la gallina rellena en caldo – a iaddina co cinu – plato típico del almuerzo del 29 de agosto para la fiesta de San Juan Bautista.