Hace unos días, os había adelantado que compartiría una forma absolutamente perfecta de aprovechar la receta de la famosa falsa bechamel de coliflor! Pues bien, estoy felicísima de hacerlo con estas magníficas lasañas verdes, realmente sencillas en su realización y sorprendentemente sabrosas. La textura cremosa y envolvente con ese sabor neutro evoca la clásica, pero a diferencia de esta última, enriquecerá el plato con fibras manteniendo la delicadeza al paladar. En resumen, una forma alternativa de cocinar, trayendo a la mesa solo platos saludables porque, creedme, ¡a vuestros invitados les costará percibir la diferencia! Yo he decidido combinar el sabor de estas lasañas verdes de espinacas con esta base blanca suave y aterciopelada y una salsa de tomate complementaria y de mayor sabor, que no os dejará decepcionados. Todo ello enriquecido con un puñado de aceitunas negras y abundante provola dulce en cubitos que añadirá una nota sabrosa extra. Obviamente, también podríais añadir embutidos como jamón o más verduras, espinacas en primer lugar, pero ya os aseguro que será un primer plato vegetariano absolutamente delicioso y para chuparse los dedos.
Otras ideas para primeros platos al horno estilo vegetariano:
- Dificultad: Fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de reposo: 5 Minutos
- Tiempo de preparación: 35 Minutos
- Porciones: 6 Personas
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno y Primavera
Ingredientes
⚠ EN ESTA RECETA HAY UNO O MÁS ENLACES DE AFILIACIÓN. Los productos que recomiendo son los mismos que uso en mis recetas; comprarlos a través de mi blog contribuye a apoyarme y mi trabajo, ¡mientras que a vosotros no os costará nada más!
- 200 g lasañas Verdes al huevo
- 80 g queso parmesano rallado
- 80 g provola (dulce o picante a gusto)
- Algunas aceitunas negras
- 1 coliflor blanca
- 500 ml caldo de verduras (caliente, con las costillas del coliflor)
- 300 ml leche (o leche vegetal)
- 2 hojas laurel
- 2 ramitas tomillo
- 1 ramito perejil (finamente picado)
- 1 cucharadita nuez moscada (rallada)
- 20 ml aceite de oliva virgen extra
- 1 pizca sal
- al gusto pimienta
- 1 cebolleta fresca
- 520 g puré de tomate (yo ciliegino)
- 2 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- Algunas hojas albahaca (fresca)
- 1 pizca azúcar
- al gusto sal
Herramientas
- 1 Cacerola
- 1 Cuchillo
- 1 Sartén
- 1 Fuente para horno
- 1 Cucharón
- 1 Rallador
Pasos
Preparad como primer paso la falsa bechamel de coliflor siguiendo los pasos AQUÍ (fig. 1).
Mientras tanto, en una sartén, dorad durante 1 minuto la cebolleta cortada en rodajas con un chorrito de aceite, luego añadid el puré y bajad el fuego al mínimo. Cocinad tapado 5-8 minutos, luego agregad la albahaca troceada a grandes rasgos, endulzad solo si es necesario con una pizca de azúcar y sal (fig. 2).
Una vez listos vuestros condimentos, distribuid en la base de una bandeja para 6 una cucharada de salsa y dos abundantes de bechamel de coliflor. Empezad a ensamblar vuestras capas de lasañas, cubriendo con 3 hojas sin necesidad de escaldarlas previamente, no es necesario (fig. 3).
Cubrid con otra cucharada de salsa y dos de bechamel de coliflor y distribuid homogéneamente (fig. 4).
Cubrid con algunas cucharadas de provola rallada o en cubitos muy pequeños, si lo preferís, y otro tanto de queso parmesano rallado. Condimentad con un puñado de aceitunas deshuesadas y continuad componiendo 4 capas totales o hasta agotar todos los ingredientes (fig. 5).
En la última capa, abunda más con el parmesano hasta cubrir toda la superficie y poned en el horno precalentado a 190°C durante 25′ o hasta que los quesos estén bien derretidos (fig. 6).
Sacad del horno y dejad templar unos minutos antes de cortar las porciones y servir.
Y voilà…¡las lasañas verdes con bechamel de coliflor están listas para ser disfrutadas!
¡Buen Provecho de La Cocina de FeFé!
Conservación
Es posible conservar las lasañas en la nevera durante 2-3 días o congelarlas en recipientes adecuados con cierre hermético durante 1 mes.
Sugerencias del sumiller Francesco Spada
🟣 Emplear esta falsa bechamel para condimentar algún plato más estructurado como las lasañas verdes sugeridas por la blogger Federica Ferrata, significa combinar vinos de mayor cuerpo y con buen contenido alcohólico. En estos casos se podría optar por un Chardonnay, un Etna blanco o un Merlot más joven.
