El cordero a la marroquí es una receta que quise experimentar, dado que generalmente yo al cordero prefiero hacerlo al horno o en una cazuela, pero esta vez quise cocinarlo así para cambiar.
Generalmente este plato al final de la cocción lleva la adición de apio previamente hervido aparte, pero dado que no me gusta mucho el apio, lo evité.
Esta receta originalmente debería cocinarse en una cazuela de barro, pero si como yo no la tenéis, hacedlo en una sartén antiadherente.
A pesar de la cocción hecha en una sartén normal, debo decir que este cordero deja a uno con la boca abierta. Para mí, que en cuanto a este tipo de carne soy bastante clásica, bueno, debéis probarlo… ¡decir que está buenísimo es quedarse corto!
Últimamente he cocinado varias recetas extranjeras, por curiosidad y para probar nuevos sabores, probad ustedes también y verán qué ricos!
¿A vosotros os gusta curiosear en la cocina extranjera y ver qué comen y cómo?
Entonces debéis seguirme en mi blog y a menudo encontraréis recetas alternativas a las italianas.
Si replicáis esta receta u otras presentes en mi blog, enviadme vuestras fotos, si os apetece las pondré en mi página de Facebook a vuestro nombre.
Kcal 395 aproximadamente por persona
- Dificultad: Fácil
- Costo: Medio
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Cocción lenta
- Cocina: Marroquí
Ingredientes para preparar el Cordero a la marroquí
- 700 g cordero (estofado sin hueso)
- 3 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- 1 cebolla (grande)
- 450 g tomates pelados
- c.s. cilantro
- c.s. sal
- guindilla (opcional)
- 1 diente ajo
- 1 sobre azafrán (en polvo)
Preparación del Cordero a la marroquí
En una sartén antiadherente, pon a sofreír una cebolla picada con 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, luego añade el cordero cortado en estofado y deja cocinar por pocos minutos.
Añade los tomates pelados pasados por el pasapuré, 1 ajo picado, añade el cilantro, la sal, la guindilla al gusto (opcional), añade el azafrán en polvo y deja cocinar a fuego bajo por más de 1 hora, removiendo de vez en cuando; añade un poco de agua si es necesario.
Completa la cocción, emplata y sirve caliente.
Es una cocción un poco larga, pero os aseguro que realmente vale la pena.

