El Pastel de chocolate con corazón suave es la perfecta armonía entre un exterior ligeramente compacto y un interior cremoso que se derrite en la boca, regalando una experiencia de sabor intensa y envolvente.
Sencillo de preparar, este elegante postre es ideal para sorprender a amigos y familiares, o para darte un momento de puro placer solo para ti.
Prepáralo junto a mí, paso a paso, y déjate conquistar por el encanto del chocolate.
Perfecto para empezar el día o para una merienda… claro, un poco calórico pero definitivamente debes probarlo.
Sencillos de realizar, solo siento que la foto no refleja mucho la idea y no se percibe completamente la suavidad interna del postre, pero te aseguro que se derrite en la boca.
Intenta realizarlo y seguramente quedarás satisfecho.
Si realizas alguna de mis recetas, envíame las fotos que las publicaré en mi página con tu nombre.
Kcal 430 aproximadamente por persona
- Dificultad: Media
- Costo: Costoso
- Porciones: 12 pastelitos
- Métodos de Cocción: Horno eléctrico
- Cocina: Italiana
Ingredientes para realizar el Pastel de chocolate con corazón suave
- 200 g Chocolate negro al 70%
- 180 g Mantequilla
- 4 Huevos medianos
- 160 g Azúcar
- 40 g Harina 0
- 20 g Mantequilla
- 30 g Cacao amargo en polvo
- 20 g Azúcar glas
Preparación del Pastel de chocolate con corazón suave
Pon la mantequilla y el chocolate extra negro en trozos en un cazo con fondo grueso y déjalos derretir a fuego lento.
Apaga el fuego y añade el azúcar mezclando bien y asegurándote de que mientras tanto la temperatura del chocolate baje un poco.
En este punto, añade un huevo a la vez y mezcla bien hasta que los ingredientes se absorban.
Finalmente, añade la harina y sigue mezclando hasta obtener una mezcla homogénea.
Unta los moldes con mantequilla, enharínalos con cacao, llénalos hasta ¾ de su altura y hornéalos a 200° C durante unos 15 minutos.
Estarán cocidos cuando se haya formado una costra exterior y al moverlos, la mezcla se tambaleará un poco.
Una vez cocidos, déjalos enfriar, luego dales la vuelta, espolvoréalos con azúcar glas y sírvelos.
Cortándolos notarás que el interior queda cremoso y súper delicioso, ¡buen provecho!
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