Las semillas de calabaza tostadas, o como se llaman en muchos lugares de Italia… pipas, son realmente irresistibles y no puedes parar de comerlas, entonces pensé, ¿por qué no hacerlas en casa?
En este período se utilizan mucho las calabazas para realizar recetas de diversos tipos, desde dulces hasta panes y más, así las semillas de calabaza tostadas son realmente una solución para no desperdiciar nada de la calabaza.
Las preparas y duran mucho tiempo, dado que se preparan con sal, obviamente se conservan muy bien, así que os aconsejo prepararlas también vosotros y veréis qué satisfacción !!!
Las semillas de calabaza tostadas son una de esas pequeñas cosas que existen desde siempre y nunca decepcionan.
En las casas de antes no se desperdiciaba nada, y la calabaza, reina del otoño, se aprovechaba hasta la última semilla.
Hoy, con un ojo a una alimentación más consciente y al reciclaje inteligente, vale aún más la pena prepararlas, crujientes, sabrosas y perfectas para picar mientras cocinas, viendo una película o como toque final en sopas y ensaladas.
Bastan unos minutos en el horno y su aroma llena la cocina, evocando gestos simples pero que siguen siendo actuales, es más… cada vez más valiosos.
Realizadlas también vosotros y contadme si os han gustado !!!
Kcal 570 cada 100 gr
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 12 Horas
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 100 gr
- Métodos de Cocción: Horno eléctrico
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno
Ingredientes para realizar las Semillas de calabaza tostadas
- Semillas de calabaza
- 1 cucharada Sal
Herramientas
- 1 Bandeja de horno bandeja de horno
Preparación de las Semillas de calabaza tostadas
Las semillas de calabaza son simples y rápidas de realizar, basta con extraer todas las semillas de la calabaza de cualquier tipo, lavarlas bien bajo el agua corriente, luego dejarlas cubiertas con agua durante media hora, escurrirlas intentando limpiarlas de los residuos y colocarlas en un bol.
Aunque las semillas no estén perfectamente limpias, no es un problema, ya que al final del tostado los pequeños residuos se desprenderán solos.
Una vez lavadas y colocadas las semillas en el bol, añadir la sal (aproximadamente una cucharada), agregar agua hasta cubrir las semillas y dejarlas en remojo de 8 a 12 horas.
Pasado el tiempo, escurrirlas bien y enjuagarlas, luego preparar una bandeja de horno con papel de horno, extender las semillas, espolvorearlas con sal y hornearlas en horno caliente a 150°C durante unos 20 minutos.
Una vez enfriadas se pueden conservar en una bolsa de plástico durante mucho tiempo, ¡veréis qué ricas!

