Chuletas de cordero con tomate. Os propongo una receta para chuparse los dedos, literalmente. Una receta que parece de otros tiempos, pero que nos trae esa buena comida que pone alegría en la mesa. La tradición de nuestra parte pastoral, de la buena carne y del buen queso y de una vida dura para llevar adelante un trabajo duro y lleno de historia. Tener un rebaño y hacerlo pastar entre los campos que nuestros pastores, que sobreviven en los Apeninos, custodian celosamente. Si no existieran, una buena parte de nuestra ruralidad ya no estaría. Hoy en día, la cría de ganado requiere aún más atención, y parece que hay una valorización en marcha por su contribución ecológica y para un desarrollo sostenible.
Esta receta encierra en sí misma precisamente la característica humilde de la buena comida preservada con valor. Transmitida con las tradiciones orales que se heredan entre las palabras de una noche. Cordero, pan rallado, hierbas y tomate. Una mezcla rica en aromas de nuestras tierras.
- Dificultad: Fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de preparación: 1 Hora
- Porciones: 6
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
Chuletas de cordero, pan rallado, hierbas y tomate. Una mezcla rica en aromas de nuestras tierras.
- 8 cordero (Chuletas)
- 15 tomates pelados (También tomate fresco va bien.)
- 1 taza de café hierbas aromáticas (tomillo, orégano, romero y enebro. Molidas finas)
- 3 cebollas
- 1 diente ajo
- 1 ramito albahaca
- c.s. pan rallado
- 2 huevos
- c.s. aceite de oliva (para freír. Podéis sustituirlo por aceite de semillas)
Herramientas útiles
Una cazuela, una sartén, cuencos para empanar, pinzas, mazo para carne…
- Cuencos
- Cazuelas
- Sartenes
- Pinzas
Pasos
Comienza a preparar el sofrito: sofríe las cebollas cortadas, añade los tomates pelados sin cortarlos mucho, incorpora la albahaca y ajusta de sal. Cocina a fuego lento.
En un bol mezcla el pan rallado y añade las hierbas molidas finas. Después de golpear las chuletitas con el mazo, pásalas por el huevo batido y luego por el pan rallado. Fríelas por ambos lados en aceite de oliva y deja que se escurra el exceso de grasa.
Después incorpóralas al sofrito de tomate y termina la cocción, unos treinta minutos más. Si te gusta, no lo he añadido en los ingredientes, pero puedes añadir un trocito de guindilla al sofreír la cebolla.
¡Tu cordero está listo! Para disfrutar con una buena rebanada de pan para mojar en el sofrito.
Puedes consumirlo tanto caliente como frío.
Un segundo que encierra una comida con todas las características de un plato único.
Algunos consejos más
Puedes añadir al sofrito algunas patatas cortadas para completar este ya rico segundo. Con este procedimiento también he preparado otros tipos de carne: escalopines de cerdo y ternera.

