La Magia de los Muffins Salados para Tus Aventuras al Aire Libre

La magia de los muffins salados para tus aventuras al aire libre

En un mundo donde el ritmo frenético parece ser la norma, de vez en cuando es importante dedicar un momento a la preparación de comida para llevar, especialmente cuando se está en movimiento o se planea un día al aire libre.

Con su combinación de comodidad y sabor invitan a redescubrir el placer de las cosas simples y de las pequeñas pausas.

Haciendo especial cada ocasión, desde momentos solitarios sumidos en la naturaleza, hasta amistosas reuniones al aire libre.

En resumen, los muffins salados no son solo una comida para llevar; son una invitación a detenerse y disfrutar cada bocado, haciendo de cada excursión un momento para recordar.

  • Dificultad: Fácil
  • Costo: Económico
  • Tiempo de reposo: 3 Horas
  • Tiempo de preparación: 1 Hora
  • Porciones: 16
  • Métodos de Cocción: Horno, Estufa
  • Cocina: Italiana
  • Estacionalidad: Todas las estaciones

Ingredientes

Harina, patatas, tomatitos y provola ahumada y…

  • 400 g harina
  • 150 g patatas, sin piel, cocidas, hervidas
  • 4 g levadura de cerveza comprimida
  • 250 ml agua
  • c.s. sal
  • 40 tomatitos
  • 200 g provola ahumada (O provolitas, esta cantidad es suficiente, si lo prefieres añade más)
  • c.s. orégano seco
  • c.s. aceite de oliva

Herramientas

Un cuenco para amasar, una olla para las patatas y el molde para muffin

Pasos

Cuece las patatas

  • Después de haber cocido las patatas con piel, redúcelas a puré y colócalas en el cuenco, añade la harina y mezcla; disuelve la levadura en un poco de agua tibia y viértela en la masa, agrega agua tibia, poco a poco, y mezcla bien, finalmente añade sal; debes obtener una masa suave, mezcla un poco más y deja reposar por unos diez minutos. Retoma tu masa que ya habrá cambiado de apariencia, amasa bien por unos cinco minutos y obtendrá una consistencia aterciopelada;

  • Coloca la masa en moldes de papel o silicona, con la ayuda de dos cucharas y deja que suban hasta que dupliquen su tamaño

  • En este punto, coloca los tomatitos que habrás cortado esperando a que suba la masa encima y dentro de la masa y la provola cortada en trozos, una adición final de sal y un chorrito de aceite de oliva

  • Deja que suban en un lugar cálido y hornea a 200 grados en horno precalentado.

  • ¡Tus muffins salados están listos! ¡Deliciosos recién horneados, deliciosos siempre!

  • Los he servido en pequeñas cajitas de madera que había recuperado precisamente con la compra de los tomatitos, una mano de pintura con colores al agua y algunos añadidos para dar un estilo shabby.

Como todos los productos horneados, recién horneados son lo mejor, al día siguiente mantienen una suavidad inesperada, precisamente por la adición de patatas en la masa. La fantasía te ayudará a crear otras combinaciones.

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Enza Squillacioti

Este blog es una dedicación a la cocina de la tradición más auténtica y sencilla. Aquí no solo se habla de comida, sino que se ofrecen consejos prácticos para obtener resultados impecables. Sumérgete en un mundo de recetas, relatos y profundizaciones sobre hierbas silvestres y alimentos olvidados, para conocer a fondo las costumbres y las raíces de nuestra cultura gastronómica.

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