Mostaza de cebolla. En otro tiempo no me gustaban las cebollas, ahora creo que no podría prescindir de ellas; las pongo en muchísimos platos.
Hay algo mágico en transformar un ingrediente simple como la cebolla en una delicia agridulce. Esta mostaza es el resultado de una receta que he perfeccionado con el tiempo, buscando la armonía perfecta entre la dulzura caramelizada y el picante agradable de la mostaza. ¡Espero que os guste tanto como a mí!
Además de su sabor, las cebollas son ricas en nutrientes importantes como vitaminas (en particular la vitamina C y las del grupo B), minerales (potasio, calcio, fósforo) y antioxidantes (como la quercetina y las antocianinas, especialmente en las cebollas rojas). Los compuestos sulfúricos contenidos en las cebollas se han asociado con beneficios potenciales para la salud cardiovascular y con propiedades antibacterianas y antiinflamatorias.
A continuación, algunas recetas para descubrir
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 1 Hora
- Porciones: 6 Tarros
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 2 kg cebollas
- 1200 g azúcar (Granulado)
- 1 vaso vino tinto
- aceite esencial (mostaza)
Herramientas
- Cacerolas
- Rebanadoras
- Balanzas
- Robots de cocina
Pasos
Cortad las cebollas en rodajas finas o, si lo preferís, las podéis picar de manera gruesa. Para reducir las posibles lágrimas, pon las cebollas en el frigorífico durante al menos 30 minutos antes de cortarlas. El frío ralentiza la reacción enzimática, reduciendo la cantidad de gas liberado. ¡Si tienes un robot de cocina, úsalo!
Colocad en una olla grande, añadid el vino y el azúcar, mezclad con delicadeza.
Cocinad las cebollas lentamente hasta obtener una consistencia transparente y almibarada. ¡Ahora podéis añadir la mostaza! Tened mucho cuidado, es altamente irritante para los ojos. Recomiendo 15 gotas para obtener un sabor medianamente picante. Ajustad al gusto. La prueba de sabor debe hacerse en frío para entender el grado de picante.
¡Transparente, elegante y deliciosa!
¡Una excelente compañera para nuestra comida!
Algunos consejos más
La mostaza de cebolla es excelente para acompañar quesos, tanto frescos como curados. Deliciosa en caldos y hamburguesas o salchichas asadas. Si la queréis conservar, transferidla a frascos y esterilizadla durante al menos treinta minutos desde el hervor. En el frigorífico se conserva al menos 15 días cerrada en un tarro. Podéis utilizar cualquier tipo de cebolla.

