El pan de avellanas habla de historia y de rituales antiguos, cuenta aromas y vida rural.
Al volver del bosque en el crujir cálido de la cocina, la abuela había reunido todos los ingredientes sobre la mesa de madera maciza ya marcada por generaciones de golpes y dulces.
Mientras se trabajaba la mantequilla de granja en el cuenco de terracota, murmuró a su nietecita: «Escucha, niña mía, esto no es solo mantequilla, es el viento que ha soplado sobre los pastos, es el descanso de las estrellas. Si lo tocas con respeto, te contará sobre la montaña».
La pequeña asintió y finalmente hundió sus pequeñas manos, estaba frío y liso y olía a hierba fresca y luego junto con los huevos y el azúcar formaban una crema intensa que acogía las avellanas tostadas y molidas a granos irregulares que,
mezcladas con la harina, creaban el aroma y el susurro del bosque preparándose para el descanso invernal.
Se tomó otro trozo de chocolate y lo cortó con el cuchillo. Pequeñas escamas con movimientos lentos y precisos. «Abuela, es tan oscuro, parece la noche sin luna» Lo es, pero la noche sin luna tiene un aroma profundo.
Y cuando se una al corazón claro de la crema, nos regalará a todos el valor de soñar. La masa densa y pesada fue colocada con cuidado en la bandeja, sin prisas, solo respeto y rito.
Se empujó luego dentro de la estufa de leña con su boca de hierro que emanaba un calor envolvente. Así comenzó la verdadera magia sensorial: inicialmente mantequilla, harina y luego avellanas.
De vez en cuando se abría el horno dejando entrever el pastel que crecía adquiriendo un color dorado y la superficie se creaba.
Se elevaba así un aroma intenso de avellana tostada mezclándose con el aroma cálido y reconfortante de la madera, era un olor que te penetraba en el alma y te hacía sentir en casa.
El pan de avellanas con sus matices aromáticos que envuelven todos los sentidos para saborear el placer de la bondad.
Otras recetas con avellanas las encontraréis en la lista que sigue
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 1 Hora
- Porciones: 10
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno, Todas las estaciones
Ingredientes
Avellanas, harina, huevos y chocolate entre los ingredientes que encontraréis en este dulce rural que a menudo se cocinaba en el horno de la estufa de leña. Rápido en la preparación y lleno de sabores.
- 500 g harina
- 140 g mantequilla
- 150 g azúcar
- 2 huevos
- 150 g pasas
- 200 g avellanas (Tostadas y trituradas)
- 150 g chocolate negro (En escamas)
- 1 sobre amoníaco para pasteles
- 70 ml marsala
Herramientas
Como siempre sucede para hacer dulces simples no se necesitan herramientas imposibles. A menudo se adapta uno, pero si queréis comprar una nueva herramienta para vuestra cocina, os recomiendo algunas que ya he utilizado; entre ellas: cuenco para mezclar, tabla de cortar de madera, no me gusta mucho el plástico, pequeños cuencos para dividir los ingredientes, báscula de cocina, batidoras y espátulas. También podéis usar la batidora de pie…
- Cuencos
- Básculas para alimentos
- Papel de horno
- Cuchillos
- Tablas de cortar
- Batidores de mano
Pasos
Después de haber pesado todos los ingredientes, cortado el chocolate negro, pero también podéis usar las gotas, no he puesto las pasas en remojo, prefiero usarlas secas, absorben líquidos en la cocción. Hecha la mantequilla blanda se inicia esta agradable aventura.
Trabajad la mantequilla blanda, el azúcar y los huevos en un cuenco hasta obtener una crema.
Unid las avellanas, las pasas y el chocolate y el marsala; finalmente la harina mezclada con el amoníaco.
Amasad bien y haced una forma redonda si deseáis un solo pan grande, o dividid la masa en dos porciones.
Coced en horno precalentado a 170 grados durante 35 o 40 minutos. Depende del horno.
Desmoldad y dejad enfriar antes de disfrutar al máximo de este magnífico Pan de avellanas. Acompañad con un blanco seco con burbujas y …
Algunos consejos más
Si os apetece, podéis poner las pasas a remojo en el marsala y luego vertéis todo junto. También podéis usar levadura para pasteles, pero cambiará un poco la textura. También podéis usar las gotas de chocolate. Si queréis un dulce aún más delicioso, haced una cobertura de chocolate o un glaseado de avellana

