Tarta con moras y frangipane con ricotta. Una tarta que huele a bella temporada, a colores y belleza.
En la zona donde vivo, todavía hay muchos árboles de moras. Quizás debido a la vocación que tenía el Piamonte en el cultivo de gusanos de seda. Con la llegada de nuevas fibras, la seda perdió una parte de su rendimiento, por lo que la cría lentamente tuvo que detenerse, ya no teniendo el carácter principal de sustento. Pero nos quedan las moras; y pienso en mi pequeñita, que por la mañana, apenas sale de casa, se dirige hacia su árbol de moras para poder recoger algunas, volviendo feliz y con color violáceo. Las moras son una fruta deliciosa y muy dulce, se pueden encontrar tanto blancas como negras: El fruto de los árboles cultivados es mucho más grande, mientras que los viejos árboles dan frutos más pequeños.
En esta ocasión os propongo mi receta para poder preparar una tarta buenísima y de sencilla ejecución, porque también es necesario poder replicar las recetas, ¡de lo contrario qué gusto hay!
A continuación, otras recetas de tartas
- Dificultad: Fácil
- Tiempo de reposo: 1 Hora
- Tiempo de preparación: 2 Horas
- Porciones: 8
- Métodos de Cocción: Cocina, Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Verano
Ingredientes
Preparad y pesad los ingredientes antes de comenzar, vuestro trabajo se llevará a cabo con más armonía.
- 300 moras negras (o mermelada)
- 400 g ricotta
- 100 g harina de almendra
- 40 g almidón de maíz
- 350 g azúcar
- 2 huevos
- 600 g pasta frolla
Herramientas útiles
Bol para mezclar, bandeja redonda para hornear, rodillo, cacerola para las moras…
- Cacerolas
- Bandejas
- Boles
- Rodillos
Además de su uso como fruta fresca, de las moras podemos obtener sabrosa mermelada, un jarabe para consumir en verano como bebida fresca. No solo el consumo en la cocina; las moras también son buenas para la salud: ayudan a proteger nuestro organismo del envejecimiento y de enfermedades neurodegenerativas, son ricas en hierro y potasio y, con su presencia de vitamina B, nuestro metabolismo funciona mejor.
En este periodo, por tanto, nada me impide aprovechar esta deliciosa fruta antigua.
Pasos
Organizad vuestro trabajo antes de comenzar, para no tener luego interrupciones y no saber cómo proceder. A menudo cocino cuando estoy cansada, encuentro que es muy relajante y me mantiene la mente ocupada pensando en lo que hago en ese momento.
Si hacéis la masa frolla fresca, dejadla reposar una hora en el frigorífico y…
Mientras tanto, unid las moras con 150 gramos de azúcar y cocinadlas a fuego bajo durante unos 15 minutos. Los frutos deben quedar aún enteros, mientras se reduce el jarabe.
Mientras enfría, preparad el frangipane. Unid todos los ingredientes: 200 gramos de azúcar, harina de almendra, yemas, almidón y ricotta. Añadid las claras después de montarlas a punto de nieve;
Podéis ahora extender la masa frolla y revestir el molde. En el fondo verted la compota de moras y posteriormente el frangipane; nivelad bien y cerrad con otra hoja de masa frolla.
He decorado la superficie con el jarabe de moras y luego la he puesto en el horno a 180 grados hasta que esté cocida. Se necesitarán unos 40 minutos, en el nivel medio-bajo para cocinar bien la base.
Tarta terminada. Dejad enfriar antes de cortar.
Algún consejo más
Puedes sustituir las moras con mermelada o usar moras silvestres, igualmente buenas con esta combinación de sabores y texturas diferentes. No es una tarta seca, se casa perfectamente con una bola de helado de crema. Recomiendo conservar la tarta en el frigorífico. Excelentes las porciones individuales.

