Tarta rústica al moscatel. Tiempo de vendimia en Langa, ¿qué mejor periodo para saborear esta sencilla tarta perfumada con el dulce moscatel.
El moscatel es uno de los vinos más dulces y apreciados por su baja graduación alcohólica.
En este dulce he utilizado las uvas Moscatel precisamente por su increíble armonía aromática.
Un dulce sencillo y rápido de preparar, ideal para un postre ligero o una merienda sana.
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño
Ingredientes
Harina, huevos y uvas moscatel
- 500 g harina
- 3 huevos
- 120 ml aceite de semillas de girasol
- 100 g azúcar
- 1 sobre levadura química en polvo
- 150 ml leche
- 2 racimos uva blanca (Moscatel o uva fresa)
- c.s. azúcar moreno (Para espolvorear la superficie)
Herramientas útiles
- Cuencos
- Moldes
- Espátulas
- Tamices
Pasos
Mezclar, montar, cocer
En un bol o en una batidora unid la harina tamizada con la levadura y el resto de los ingredientes. Mezclad con cuidado. Obtendréis una mezcla no particularmente fluida, pero suave. Si está demasiado compacta, añadid un poco de leche. Podría daros el peso de cada ingrediente, pero se volvería más complicado, para mí y para vosotros. Siempre trato de ofrecer recetas adecuadas para todos, fáciles de gestionar. No todos los huevos son del mismo tamaño, la harina no absorbe siempre la misma cantidad de líquidos y así sucesivamente…
Colocad la mitad de la masa en el molde (yo uso uno de acero porque me gusta darle forma ovalada y lo forro con papel de horno) y cubrid con uvas.
Luego añadid el resto de la masa y cubrid la superficie con más uvas. Hice una especie de enrejado y espolvoreé la masa con azúcar moreno, como se ve en la foto.
Coced en horno precalentado a 190 grados durante unos 25-30 minutos. Esperad a que enfríe para cortar. ¡Si podéis resistir!
Una corteza exterior y suave por dentro. Aromática y sabrosa. Un dulce de otros tiempos, de la tradición agrícola, de la comida sencilla.
Unos consejos más
Los orígenes del viñedo de Moscatel parece que se remontan a la época romana, uno de los más antiguos cultivados en el área mediterránea.
Principalmente cultivado en Langa, abarca muchas zonas colinares con altitudes que varían de 150 a 500 metros con una notable oscilación térmica que favorece el desarrollo aromático de estas uvas. Cultivo desarrollado en las provincias de Asti, con el canal en primer lugar por producción, Alessandria y Cuneo.
El vino Moscatel acompaña bien a galletas secas, el clásico panettone, postres a base de avellanas y almendras o incluso en combinación con quesos de pasta blanda y fresca, entre ellos la Roccaverano y probad también con una friciula acompañada de un picado de lardo a las hierbas y sentiréis mariposas alrededor

