Tostadas toscanas…Una receta del corazón
Uno de los ejemplos, en mi elección de relatar platos tradicionales, son las experiencias y la investigación, en la cocina rústica de esta nuestra Italia; la receta de los Crostini a la toscana, que para mí representa no solo un plato para saborear sino una historia para contar, rica en ingredientes típicos y de la cultura de una región cuyos valores y tradiciones han influido en mi trayectoria profesional.
A través del blog he realizado cuánto la compartición de sabores, recuerdos e historias culinarias es importante para mantener vivas las tradiciones y, al mismo tiempo, para innovar y personalizar esas mismas recetas que años atrás observaba con cuidado y admiración en los lugares de trabajo.
Cada noche y hasta altas horas de la noche, muchos clientes acudían al local, para una pausa o final del día, hecha de comida simple para consumir con una copa de vino, en compañía de personas que compartían pasiones o trabajo.
Encuentros especiales y no casuales….
Cada publicación, cada fotografía, aunque no sea perfecta, se convierte en testimonio de un viaje que desde el trabajo en cocina y sala, me ha llevado a explorar la vastedad y profundidad del arte culinario, demostrando que la pasión puede transformar lo ordinario en extraordinario.
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 1 Hora
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Fogón, Parrilla
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
Ingredientes simples: cebollas, tomates cherry, hígado…Pan toscano
- 500 g tomates cherry
- 6 cebollas
- 500 g hígado de ternera
- 2 vasos vino tinto
- 1 ramito hierbas aromáticas (romero, orégano, ajo, tomillo, laurel.)
- 12 rebanadas pan toscano
- c.s. aceite de oliva
- c.s. sal
Herramientas
Para preparar este aperitivo rústico se necesita una parrilla para tostar las rebanadas de pan que puede ser sustituida con un horno de aire o tostadora, y sartenes para la cocción de los condimentos.
Pasos
¡Pocos pasos para este aperitivo aromático y sabroso!
Corta las cebollas y divídelas en tres partes: una para sazonar los tomates cherry, una parte para el hígado y la parte más grande para dorar en la tostada de cebollas. En una sartén con aceite, añade las cebollas, la parte abundante, y vierte un buen vaso de vino, ajusta de sal y cocina hasta que se ablanden, el vino se evaporará y quedarán blandas, añade un picado fino de romero y tomillo.
Una parte de las cebollas y medio diente de ajo picado, la sofríes en un poco de aceite, y luego añades los tomates cherry cortados a la mitad y dejas cocinar por unos diez minutos, añade orégano al final y ajusta de sal.
Después de cortar el hígado en tiras, sofríelo con las cebollas y vierte un vaso de vino, Sazona con romero, laurel, ajo, y tomillo picados finamente y lleva a cocción; deja enfriar un poco y tritura, dejando la mezcla granulosa.
Mientras tanto, corta el pan en rebanadas, y tuéstalo o ásalo, frótalo con ajo y…
Distribuye los condimentos sobre las rebanadas y sirve regando con un poco de aceite.
Sirve tanto calientes como frías acompañadas de un buen vino tinto y unas lascas de pecorino curado.
Utilizo mi pan sin sal, precisamente para dar un contraste en el conjunto de los sabores; el condimento se puede tranquilamente preparar con anticipación, para mayor comodidad. Por ahora, os he transcrito esta parte, las variantes toscanas son muchas y todas especiales.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
Mis primeros días de trabajo en una pizzería gestionada por una familia de toscanos fueron el preludio de una pasión que iba más allá de un simple empleo.
A pesar de los horarios agotadores y no trabajar directamente en la cocina, tuve la oportunidad única de sumergirme en un universo gastronómico rico y vibrante.
Observando atentamente a los colegas y la forma en que los clientes se acercaban a la comida, comencé a comprender la importancia de las recetas tradicionales como verdaderas herencias e identidades culturales.
Las recetas rurales, en particular, se revelaron un tesoro por descubrir y aprender, cada día anotaba con cuidado los secretos y detalles que me impresionaban, acumulando un conocimiento que se convertiría en el núcleo de mi futura aventura en el mundo de los blogs.
La pasión culinaria nacida en esos años de trabajo se ha transformado, con el tiempo, en un deseo de compartir, escribir y comunicar el amor por una cocina simple pero rica en emociones.
Mi blog, nacido casi por casualidad de este impulso, se ha convertido en el lugar donde poder expresar y transmitir la belleza de una cocina tradicional y rústica, donde cada plato, incluso el más simple, se prepara con dedicación y pasión.

