Un sabor que conquista: mis delicias de queso y huevos al tomate. Este plato tradicional, aunque con variaciones en el nombre y en la preparación, es un clásico atemporal que une la simplicidad de los huevos y el queso, difundido en muchas regiones del Centro y Sur de Italia.

Lo hacíamos sobre todo en verano, porque se podía comer incluso frío; con las cebollas frescas, el tomate y la albahaca que aportaba una nota aromática típica mediterránea.

Mis padres siempre tuvieron ganado, se obtenía la leche y luego el queso. No todas las formas eran idóneas para la venta, por lo que se utilizaba para consumo familiar. El huerto era parte integral de nuestra vida, al igual que las gallinas para los huevos frescos.

Había mucha autoproducción y no se desperdiciaba nada; entre otras cosas, el buen queso pero con alguna grieta, o demasiados ojos, se utilizaba para rellenos y tortillas, o para las delicias de queso, ahora yo las llamo delicias, su nombre era buñuelos de queso. «Buñuelos» es una palabra universal para describir una mezcla de diversas naturalezas, sobre todo vegetal, pero a veces acababan en ellos sobrantes de cocido, de salchicha o restos de jamón. En dialecto «i frittelli!